Detras de los barbijos

detrás de los barbijos - entretiempo sopla - rosario - entrenoelalma
detrás de los barbijos - entretiempo sopla - rosario - entrenoelalma

Detrás de los barbijos respiramos. Desde la vereda frente al hospital va nuestra oración. No están solos. Estamos allí mismo, junto a ustedes, sentados al borde de la cama, rodeada de cables y monitores. Los tomamos de la mano como ustedes lo harían con nosotros. Somos uno. Nos pegan hasta caer en la lona y ni siquiera hay cuerdas en el ring dónde agarrarse para ponernos de pie. Pero igual nos levantamos. Porque no estás solo. Porque no estás sola.

Porque estamos.

Y la gente que pasa caminando, detrás de sus barbijos se lleva un pedacito de nuestros rosarios, un «Dios te Salve», «Perdona Nuestros Pecados». Alguien se persigna o desacelera el paso. Saben de de lo que hablamos, porqué rezamos.

Y allí va nuestra oración, que atraviesa puertas y cristales, y sopla en cada ciudad, en cada pueblo, en cada casa. Sopla como un beso en la frente, como un abrazo, como dos manos que se agarran. Porque no están solos.

Estamos. 

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